Pateando la ciudad condal con un estilismo muy cómodo y el pelo a lo loco ¿Hay algo mejor para disfrutar del turisteo?
Dentro de poco se va a cumplir un año desde que visité por primera vez Barcelona. ¡Una ciudad apasionante! Disfruté de unos días estupendos cargados de cultura, diversión, muchos paseos, sorpresas y sobre todo cambio de aires, que es necesario hacerlos cada cierto tiempo. Como en aquel momento no eran tan egoblogger como soy ahora, quería, no sólo recordar el estilismo, sino también, sacando mi lado señora, desempolvar el álbum de fotos.
Recordar ese espíritu tan internacional que se respira en el centro mezclado con el tipismo de las ramblas… re-descubrir la obra de Gaudí, que me fascina desde pequeño, rememorar lugares con encanto donde comer una hamburguesa o tomar un gin tonic…
Como buen turista “camuflado” – si, la idea es “Vale, que no se me note que soy un turista aunque esté babeando delante de la Sagrada Familia” – había que ir cómodo y polivalente pero sin llamar demasiado la atención. Imprescindible recurrir a los básicos y un conjunto favorecedor – Ya sabéis que las cámaras siempre están al acecho.
Chaqueta y Camiseta: H&M / Bolso y Vaqueros: Zara / Zapatillas: Lefties
Jersey azul cuello: Asos / Pañuelo: Fórmula Joven ECI
