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Carol Burton, aparte de demostrar un estilo consciente e impecable, no tiene “aparentemente” nada que ver con la moda, pero resulta muy interesante descubrir a través de sus palabras una nueva tendencia empresarial: mujeres que no renuncian a una proyección laboral pero siendo honestas con ellas mismas y su filosofía.

Conocí a Carol en Iniciador Granada, unas charlas de emprendedores para emprendedores que hay en muchas ciudades. Lo que parecía una charla de emprendimiento se convirtió en una revelación vital y casi sociológica que me hizo descubrir el valor, la naturalidad y la fuerza de esta argentina. Creo que la mujer puede, y debe, encontrar un hueco en el mundo empresarial anteponiendo muchos intereses personales, y sin renunciar a su filosofía, su esencia, su personalidad o sus deseos. Una ejemplo de ello es Carol Burton, CEO de la empresa granadina Cilab, que ha extrapolado su conciencia global a su empresa y ha hecho de todo ello una forma de vida apasionante.

– Según dejaste ver en Iniciador, posees una particular visión del concepto de familia, empresa y sociedad actual. ¿Cómo la definirías? ¿En qué se basa?

Es tan simple como ser honesta conmigo misma, conozco mis limitaciones. Hoy, mi marido y mis hijos representan mi gran empresa y mi mejor aporte a la sociedad. Ellos son el motor de mi vida, en consecuencia mi carrera profesional esta impulsada por esa energía. Mi particular visión es que para el buen funcionamiento de una empresa, tiene que haber detrás un organismo que funcione bien, para que los aportes de la misma a la sociedad sean valiosos y coherentes. Mi filosofía personal no puede ser opuesta, ni siquiera distinta a la de mi empresa, sería como tirar piedras en mi propio tejado.

Se basa en mi personal definición del éxito, y mi éxito esta directamente relacionado con el equilibrio. Soy una mujer feliz, es mi naturaleza, pero sin equilibrio resulta muy difícil sentirse feliz y lucida. Una familia, una empresa o la sociedad, para ser exitosa debe ser equilibrada. No sólo como ente independiente, sino también en las relaciones que establecen entre si. Basar el éxito de una empresa en la entrega absoluta de sus trabajadores, desequilibrara sus vidas, y en consecuencia la sociedad que los contenga se verá afectada. La búsqueda del éxito fuera de nosotros mismos conlleva a grandes decepciones. La búsqueda desmedida del éxito valuado en dinero nos ha llevado a donde estamos hoy. Como sociedad creo que estamos fracasando.

– Una empresa pensando en “el futuro de tus hijos”… cuéntanos Carol Burton.

CiLab nace de una serie de largas conversaciones a principios del 2008 con mi marido y actual socio sobre la situación global en ese momento. La crisis ya estaba entre nosotros, pero lo que más nos preocupaba era el aspecto medioambiental. El planeta esta llegando a su límite. Nos hicimos conscientes de la relación entre lo que parece el fin de un modo de vida y el delicado estado de equilibrio entre lo que consumimos y lo que nuestro entorno puede soportar y el fin del mundo productivo tal y como lo conocemos, así que en 2009 decidimos unir fuerzas y conocimientos en un emprendimiento que nos permitiera mirar a la cara a nuestros hijos y decirles que de alguna manera contribuimos a detener la sistemática destrucción de su entorno. Queremos dejarles algo de lo que se puedan sentir orgullosos y a la vez coherente con la educación que les damos día a día en casa. Sin olvidarnos que, como futuros padres que éramos en ese momento, ya sabíamos que querríamos pasar mucho tiempo de calidad con nuestros hijos. Necesitábamos trabajar en equipo y el objetivo estaba claro.

– ¿Considerarías Cilab una de las denominadas empresas éticas?

Hoy por empresa ética nos podemos encontrar con cada frivolidad, que creo que prefiero distanciar a CiLab de ese concepto, pero no de su espíritu. En CiLab entendemos la ética en tres sentidos.

  1. Dedicar nuestros esfuerzos a un fin universalmente aceptable como ético: Trabajar para mejorar el estado del medioambiente, para dejarles a nuestros hijos, y por tanto a toda una generación, un lugar mejor donde vivir.
  2. Tratar de forma ética a todos los que nos rodean, empleados, partners, y en general todo aquel con el que hemos de relacionarnos. Buscamos hacer negocios en lo posible con gente con la que compartamos nuestra filosofía y objetivos.
  3. Ejercer nuestro trabajo éticamente, tanto a nivel de compromiso corporativo como en la seriedad profesional con la que abordamos los desafíos que nos presentan nuestros clientes. Somos una comunidad trabajando para la comunidad que nos contiene, no nos permitimos olvidarnos de ello.

– ¿Cuál crees que debe ser la base para establecer esas empresas éticas?

La coherencia, el respeto por las personas y nuestro entorno natural. Hoy por hoy, el respeto por la vida misma.  La transparencia de y en los procesos de negocio o de producción es fundamental.

– Explica la excepcional concepción familiar – empresarial del trillado término conciliación de la vida laboral y profesional.

Es que esto de ponerle grandes y elocuentes nombres a la cotidianidad no es lo mío. La realidad es que hay que lograr un equilibrio entre la vida familiar y nuestra actividad profesional. Y es muy difícil, por eso se habla de conciliación, pero no es imposible. Yo soy de la idea que esto es como todo en la vida. Para conseguir “algo” debemos dejar “algo”. Simplificar y priorizar es fundamental desde mi punto de vista; luego ser consecuente, pero también flexible. Reducir nuestras expectativas en todo sentido e ir paso a paso, día a día. En esta relación, la familia debe ser lo primero si quieres que lo laboral funcione. Y por lo tanto aceptar que lo laboral irá más lento o será “menos exitoso” según desde donde lo mires. Es un balance entre expectativas y dedicación. Consecuentemente vendrá el éxito, y este es una cuestión personal pura y exclusivamente.

Yo lo baso en vivir intensamente mi intimidad, soy muy celosa de nuestro tiempo familiar y muy casera. No permito interrupciones. Luego tengo la cabeza y la fuerza para dedicarme al 100% a mi trabajo. Amo mi carrera y mi empresa, pero tengo muy claro que primero están mis hijos, y todos a mi alrededor lo saben, no pierdo más el tiempo con nadie desde que nacieron.

– Explica como es posible adaptarse al “propio mercado” y a la vez luchar por unos ideales en el silo XXI, que creo que mucha gente se ha dado por vencido…

Es un trabajo diario. Leer la prensa a la mañana puede ser muy perjudicial en este sentido, pero no se puede vivir desinformado, por lo tanto hay que seguir adelante. Si los valores por los que luchas están dictados por la sociedad misma que te destroza, es un hecho que te darás por vencido. Si en cambio tus ideales son personales e intransferibles la lucha se desvanece, ahora sólo queda mucho trabajo por delante, que no digo que sea más fácil, sólo más satisfactorio.

– ¿Cómo se pasa de una labor técnica – artística como es la arquitectura a una empresa como Cilab? ¿Qué echa de menos Carol Burton y qué has aprendido a valorar?

Bueno, CiLab es arquitectura y tecnología, es urbanismo y WSN (wireles sensor network). Mi labor diaria implica proyectar, gestionar recursos, dibujar escenarios, crear estrategias, combinar ideas, soy arquitecta de formación y aplico todos los días algo de mi carrera a mi trabajo. Y para sacarme las ganas diseño mis propias oficinas y le hago los muebles y juguetes a mis hijos, desde el diseño hasta la construcción. Echo de menos el dialogo común, rodeada de ingenieros y telecos el ambiente es distinto, pero no por eso menos interesante. He aprendido a valorar mucho el trabajo en equipo, la disciplina, y el orden. Todo heredado de mi formación. Echo de menos la facultad, estudié en la Blas Pascal en Córdoba, Argentina, y tuve la suerte de tener un equipo docente excepcional, echo de menos esos años en la facultad!

SOBRE LA MUJER EMPRESARIA

– La mujer en el mundo laboral… ¿Crees que las mujeres ven de forma distinta el mercado empresarial? Eterna lucha razón – corazón.

Creo que todos, mujeres y hombres, vemos el mercado empresarial distinto. Conozco mujeres que lo ven exponencialmente distinto a como lo veo y percibo yo y hombres con los que comparto mucho. Sobre todo hoy en día en el que las condiciones para unos y otros están cada vez más cerca de igualarse. Dentro del grupo mujeres luego entramos las “madres trabajadoras” y esa es otra categoría, pero cuidado, que también tiene sub-categorías.

Mi percepción del mercado empresarial cambió radicalmente el día en que nació mi hija. Recién ahí fui consciente de la dificultades que conllevaría insertarme sabiendo que no quería separarme de mis hijos más de seis horas al día, y esto recién a partir de su primer año de vida. Creo que es, hoy por hoy, una lucha muy personal.

Cuando comencé mi búsqueda, soltera y sin hijos, no tenia límites, estaba dispuesta a mudarme a cualquier parte del mundo por un trabajo de arquitecta con un sueldo regular, mi percepción entonces era que podía dejarlo todo para conseguirlo todo. El mercado no presentaba ningún obstáculo o diferencia para mí. Hoy mi visión es bastante distinta, esta claro.

– ¿Qué ocurre cuando deben renunciar a determinadas cosas por progresar en su profesión? ¿Cómo crees que deben afrontarlo? ¿cómo gestionarías una tala de prioridades en ese caso?

Es una locura. Pero es el curso natural de la vida misma. Insisto, siempre hay que dejar algo para conseguir algo. Es muy importante detenerse a pensar el “para que” de lo que se busca conseguir si hay que renunciar a algo tan valioso, como puede ser el tiempo con nuestros hijos. Cómo afrontarlo dependerá mucho de cada persona, de su capacidad de auto organización, del tipo de relación que haya establecido con sus hijos y su pareja, de una gran cantidad de factores que pueden mitigar o empeorar el impacto de una decisión que perjudique el entorno familiar. Hay mucha información valiosa, libros, blogs, webs, organizaciones de madres y grupos de doulas para este tipo de situaciones. Avanzar en el camino de lo profesional debe ir de la mano del plan de contingencia familiar. Si las cosas van mal en casa no hay seguro de riesgo.

Yo personalmente no tengo dudas, mi familia es lo primero. Soy cada día mas consciente de lo efímero de todo, y eso me deja en un lugar muy firme para la toma de decisiones. Si mi carrera me pidiera más de lo que estoy dispuesta a dar ahora, la tala sería en lo profesional.

– ¿Tienen que ser una superwoman para afrontarlo todo?

Cada una es un superwoman en su propia vida. No hace falta combinar trabajo, maternidad y horticultura orgánica para ser una superwoman. Dedicación, amor, respeto y paciencia puesto en cualquier ámbito o circunstancia hacen de una mujer una superwoman. Creo que ese término lo ponen de moda quienes quieren desestimar nuestras capacidades naturales como mujer. No es un término que deberíamos usar las mujeres para referirnos a nosotras mismas. Sólo con ser mujer y tener esas cualidades que mencione antes se es súper. Una superwoman es una imagen de ficción, por tanto inalcanzable, no hace justicia a la realidad de las mujeres hoy.