El concepto de Moda Ética

Ética: 1.Recto, conforme a la moral. 2. Conjunto de normas morales que rigen la conducta humana.

Conciencia social, interés en el medio ambiente, tecnología y calidad: una combinación que muchos deberíamos tener presente a la hora de comprar ropa, incluida yo.

Saray Sánchez de www.mentayfresablog.blogspot.com /  @saray_ss

Unos de los sacrificios que encierra la moda ética es no comprar por comprar, sino hacerlo porque de verdad necesitamos esa prenda o esos zapatos en nuestro armario. Parar y preguntarse si una prenda realmente nos gusta, le vamos a sacar partido y si realmente podemos combinarla.

Hay personas que son vulnerables a las modas pasajeras y al materialismo, son las llamadas “fashion victims”, sobrepasan los límites de vestir a la moda, gastan grandes cantidades de dinero en marcas de lujo esperando que la imagen que proyectan sea proporcional al coste de esas prendas.

Hacer la ropa de manera que se utilicen materiales orgánicos y naturales, que se recuperen las técnicas antiguas, y que se tenga en cuenta el trabajo de artesanos y comunidades dedicadas a este sector, es otro ejemplo de moda ética.

Dado que la moda y las tendencias siempre vuelven y que el concepto vintage ha tomado gran importancia, la ropa usada y de segunda mano ha sobrevivido al menos veinte años después de su creación, convirtiéndose en un clásico muy preciado. De esta manera, la moda se sirve del pasado por motivos meramente estéticos, dónde también se puede decir que estamos “reciclando” prendas ancestrales de otra época, pero que igualmente se han hecho un hueco en nuestra actualidad.

También veo el llamado “DIY”, Do It Yourself como un derivado de moda ética, ya que se aprovecha al máximo todo lo que ya tenemos, customizándolo y dándole forma gracias a las nuevas ideas o tendencias.

Y por último quería dedicarle más tiempo al imperio de Inditex. El señor Amancio Ortega, ya es el tercer hombre más rico del mundo, su inmensa fortuna se debe a las más de 5.000 tiendas que tiene por todo el mundo. Ha dado lecciones magistrales de cómo emprender y carga a sus espaldas grandes éxitos. Casi todo el mundo admira e idolatra su ropa, pero lo cuestionamos poco.

Son escasas las ocasiones en las que trascienden noticias sobre las condiciones laborales de los talleres textiles que fabrican para sus marcas en el extranjero. Y si llegan a nuestros oídos no le damos una gran importancia. Apenas pensamos cómo ha sido posible que podamos comprar una camiseta por 5€ y la multinacional siga obteniendo beneficios. Con esos 5€ de camiseta se paga el sueldo de las dependientas, el de los transportistas y el del las personas que han confeccionado la prenda de la nada. Y no olvidemos que también hay que pagar el hilo, la luz, el agua, la gasolina y un sin fin de gastos. Y aún así hay beneficios.

Se suele creer que las condiciones de esclavitud laboral se dan en países extranjeros en vías de desarrollo. Tal vez debamos repasar la historia de la construcción del imperio Zara. Es un milagro cómo un pequeño taller en el centro de A Coruña consiguió expandirse por todo el mundo.

Inditex dió trabajo a muchas personas, ¿pero a qué precio? El trabajo de las modistas no es tarea fácil, nunca se le ha dado el reconocimiento que se merecen y siempre han estado dentro de la economía sumergida.

A las mujeres se les pagaba unas 150 pesetas por cada pantalón confeccionado. No estaban aseguradas, no había contrato. Solo cosían y cobraban. Nadie se preocupaba de si eso era legal o no porque era algo “habitual” en el mundo del textil.

Han pasado los años y la práctica sigue siendo similar. A mayor escala y en diferentes países, más barato y con mayores beneficios.

Nadie se hace multimillonario de forma honrada y Amancio Ortega no iba a ser menos. Es por cosas como estas por las que te planteas si estás comprando de forma ética y si en verdad merece la pena desembolsar nuestro dinero, cuando lo único que estamos haciendo es aumentar su caché e infravalorar el trabajo de millones de personas que trabajan para él.