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El envasado es un aspecto clave que hay que tener en cuenta antes de lanzar un producto al mercado, sobre todo cuando se trata de líquidos como aceite, vino y licores. La razón es sencilla, hay que encontrar uno que llame la atención de los consumidores y distinga su producto de la competencia. 

En este caso, el vidrio es sin duda una excelente opción; sin embargo, encontrar la botella adecuada no es fácil. En efecto, además de preservar las características organolépticas del contenido, debe ser capaz de comunicar la identidad del producto y despertar el interés de los consumidores.
Una buena solución puede ser optar por botellas personalizadas de vidrio creadas por profesionales, capaces de satisfacer todas las necesidades de la empresa.

La tipología

Llegados a este punto, es necesario comprender cómo elegir la botella de vidrio adecuada. Lo primero que hay que hacer es definir su tipo, en función de su contenido. Su forma, de hecho, suele variar en función del producto que se quiera vender, tanto en términos de características físicas como de atractivo.
He aquí algunos ejemplos:

  • Botellas de agua: los establecimientos más prestigiosos del sector de la restauración suelen elegir botellas de vidrio. En efecto, este material conserva todas las propiedades organolépticas y el sabor de la bebida. Precisamente por este motivo, muchos de los que pretenden vender agua prefieren optar por el vidrio, eligiendo modelos transparentes o de color azul, verde o colores que recuerden al agua;
  • Botellas de aceite: se trata de un líquido especialmente sensible a la luz. Por este motivo, es preferible elegir una botella de vidrio oscuro para conservarlo a lo largo del tiempo. Además, un recipiente de este material es un indicio de calidad y de productos de mayor calidad;
  • Botellas de vino: existen distintos tipos de botellas para contener vino, que deben elegirse en función del tipo producido. En cuanto al color, las transparentes suelen ser adecuadas para vinos blancos o rosados que se van a consumir en poco tiempo tras el embotellado, mientras que las más oscuras actúan como pantalla para la luz solar y permiten que los vinos tintos maduren sin sufrir ningún tipo de alteración;
  • Botellas de licor: los modelos de vidrio para licores pueden tener diferentes características y formas en función del tipo de licor que vayan a contener. Además, están disponibles en distintos tamaños, de 100 o 200 ml, pero también de 20 o 50 ml para formatos mignon y de 750 ml o más para formatos grandes.

La capacidad

Otro detalle a tener en cuenta a la hora de elegir la botella de vidrio más adecuada para el líquido que se pretende comercializar es su capacidad, es decir, su tamaño.
Como ya se ha mencionado, existen varios tipos para satisfacer las preferencias de todos los consumidores. Por ejemplo, para el agua, se puede optar por las clásicas de un litro, litro y medio o dos litros. Bastante común, de hecho, es también la de 750 ml.


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