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Una prueba de superación personal por la que pretendo no comprar ropa durante 200 días – en principio – y cambiar mi propia concepción de la ropa y la moda.

Llevamos casi una semana oyendo hablar de las Shopaholic Diet, (lee la noticia aquí). A raíz de esta periodista canadiense que decidió no comprar ropa durante todo un año e ir contándolo a través de sus dibujos, con la idea de desintoxicarse, fomentar su creatividad y darle un nuevo valor a la ropa y a la moda en sí misma… se ha creado una controversia en el mundo de la moda y además se  ha hecho célebre la Plataforma “The Great American Apparel Diet”.

Después de unos días de darle vueltas a la cabeza…. “¿Sería capaz?” Comentándolo entre compañeros y amigos “¿Si tampoco podemos comprar ropa, qué nos queda?” o incluso con la familia “con que te cortaras un poco online sería suficiente” dijo mi madre.

Voy a unirme – a mi manera – al proyecto de estar un tiempo sin comprar pero ya que no me atrevo a decir firmemente lo del año completo, he decidido ponerme de mínimo 200 días sin comprar ropa.

La fecha de comienzo ha sido el 1 de septiembre de 2012 (ya sabéis, septiembre es el nuevo enero) y según mis cálculos el periodo de 200 días finalizará el 19 de marzo de 2013. Casi siete meses.  La idea no es que ese día me lance como un loco a las tiendas, sino para entonces, haber aprendido a valorar un poco más la ropa y descubrir mis necesidades para afrontar un nuevo periodo en el consumo de textil.

Según la plataforma americana, esta permitida la compra de ropa interior, zapatos y complementos. En mi caso, como zapatos tengo para repartir, he decidido limitar también estos elementos. Únicamente podré comprar ropa interior y ropa “técnica o específica” (para hacer deporte o si la necesito por algún motivo especial y concreto para el cuál sea necesaria una vestimenta concreta, disfraz, temperaturas, etc…) Ah! Y unas botas de invierno de diario, que el año pasado rompí las mías y no puedo ir todo el año en chanclas!

Os cuento esta nueva experiencia del Señor de las Gafas Amarillas como forma de reafirmación y he decidido este número, además de por ser bastante redondo, porque así me obliga a vivir momentos decisivos donde de verdad se demostrará la fuerza de voluntad, rebajas, cambio de estación, Maison Martin Margiela para H&M…

¿Qué pretendo conseguir con esto?: Muchas de las noticias lo achacan a la crisis y al ahorro. Aunque ahorrar nunca viene mal, en mi caso, que no me considero derrochador, no es tanto una cuestión económica, sino más bien psicológica. Quiero demostrarme a mi mismo que soy capaz de evitar estar todo el día pensado que necesito más y darme cuenta de que tengo lo necesario y que debo aprender a sacarle partido. Pretendo asimismo incentivar mis recursos reciclando la ropa o buscándole nuevas combinaciones.  Pero no combinaré para escurrir el bulto (“La gente ni se dará cuanta de que repites” – citan las informaciones de “The Great American Apparel Diet” con una reflexión que me parece de lo más frívola) sino para explotar mi ingenio y mi estilo.

Para otras visiones de este tema os recomiendo artículos tan interesante como el de Cameron (The Devil wears Zara) donde parafraseo un párrafo genial… “Que quieres que te diga, estas reglas son un rollo. Sin compras por impulso, sin eso que te llevas a última hora sin probarte porque lo ves de camino a la caja, sin esa falda que te queda súper estrecha pero para la que te prometes a ti misma adelgazar un par de kilos para estar divina (y sabes que nunca lo harás), ¿dónde está la gracia?” . Aunque ella lo ve poco necesario si no se trata de una enfermedad, a mi me da pie a comprender y a proponerme muchas cosas… También me ha gustado la operación armario de Anita Patata Frita que la propia Cameron recomendaba en su artículo.


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