Porque a veces una pequeñas pistas vienen muy bien, aquí te dejo lo que a mí me parece que debería ser un imprescindible esta primavera – verano.
Este artículo no está basado en las grandes propuestas internacionales de pasarela, ni en las propuestas low cost que nos abordan en las calles de las ciudades. Surge de lo que veo – y también en parte de lo que me gustaría ver – a mi alrededor. De lo que creo que este verano va a dar la puntada y que, desde mi púlpito promulgo que DEBERÍA ser un sí o si en el armario de cualquier chica o mujer, tenga la edad que tenga. Así, a lo loco, y sin consultar con nada ni nadie, aquí lanzo mi propuesta para un verano guapetona.
Blanco
¡Qué fácil! ¿Vérité?. “Vestirse de blanco en verano” ¡Que obvio! Pues si, es inevitable, pero es que aunque lo fuera, no debemos evitarlo. Y es una apuesta de todo al blanco, trajes, vestidos, vaqueros, camisas o camisetas y complementos. Que no te de reparo y que no te asuste si transparenta – lo que se van a comer los gusanos que lo vean los cristianos. Conviértete en la que más deslumbre vayas donde vayas.
Petos
Apostamos por el todo en un pieza. Da igual que sea vaquero, de punto o de raso. Da igual que no sea del todo cómodo para ir al baño. Da igual que no sepas qué ponerte debajo ¿Por qué ponerte algo debajo? ¡Haz un Rihanna! Sea como fuere, los petos o monos se convierten en una opción que a todo el mundo gusta, a todos les encanta.
Piernas
Es el momento de pecar. Ese gran objeto de deseo…. ¡Olvídate de las medias y saca a relucir esas dos columnas que dios te dio! Y da igual que sean jónicas, dóricas o corintias. Es momento de coger un tono bonito (sea el tuyo favorito, más oscuro o más clarito) y lucir piernazas. Y te aseguro que tienen mucho más efecto que el escote. Nadie puede resistirse a un buen par de piernas con confianza.
Cuñas
Paseo por el parque, por la plaza o por el caluroso asfalto. Es el momento de subirse a unas buenas cuñas. Pero nada de cuñas de abuelas, ¡Que está muy bien ser Raimunda de vez en cuando, pero sin pasarse! Acógete a sagrado suela blandita y súbete a unas cuñas de infarto. Arreglada pero informal. Al cielo con ella.
Pelo al natural
Sal de la ducha, pásate un cepillo, (como mucho una mascarilla hidratante, por aquello del sol y el agua salada) Y YA. Otra opción, levántate y en cinco minutos cógete una caleta, un moño o una trenza sin mirar. Y libera los mechones rebeldes. ¡Viva la naturalidad! Si todo esto lo animas con una pequeña flor en un sitio imprevisto, mucho más tropical.
Nous adorons les cinq règles et nous sommes fortement d'accord en particulier avec le dernier. cheveux naturels Vive le vent!
Bravisimo par salopettes blanc et jeans. Ils sont mon objectif ce shopping printemps! hehe