Estos días de mal tiempo nos abonamos al gris, no sólo en el cielo, sino también en nuestros estilismos ¡Pero no dejemos que llegue al corazón!
El otro día comentaba por twitter que cuando hace frío me abono a tres jerseys calentitos y un par de botas y me convierto en chico de uniforme. Apetece poco innovar, buscar combinaciones o epatar, en mi caso sólo quiero hacerme una bola calentita y seguir caminando. Pero el invierno también hay que cruzarlo y, como se cruza un paso de peatones, mirar hacia ambos lados.
En este ocasión, un domingo lluvioso de febrero, acudía a una feria de moda y belleza con mis compañeras de 2.55. De nuevo quería resguardarme en el calor de los básicos, pero también buscar un plus diferenciador ¡Solución: La mezcla! Los cuadros vichy y un estampado que se sale de mi cotidianidad.
Le tengo mucho cariño a este jersey que fue un regalo de mi madre hace tiempo, y lo reservo para días especiales, no de arreglarse, si no en los que a mi me apetece ir confiando y a gusto. Nunca se me había ocurrido mezclarlo con los cuadros pero en un arranque de eclecticismo me pareció magnífico jugar con el contraste, y con los distintos tonos de gris y negro para conseguir un aspecto sencillo, calentito y fotografiable.
Eso si, me fascina el gris y lo utilizo y recomiendo muchísimo pero… que no os invada el ánimo. Esta muy bien vestirse de negro y gris pero por dentro hay que seguir brillando como en el mejor día de verano. Adelante con el gris, stop a los días grises.
Zapatos: Chining /Pantalón: Pull & Bear / Camisa: Lefties / Jersey: Roberto Verino / Chaqueta: Paco Cecilio / Capufanda: H&M
Lo mio con la chaqueta amarilla de Abercrombie fue amor a primera vista. Me siento genial caminar con ella y ver que la gente abre los ojos como platos.
Vous avez raison, por mucha ropa que tengamos solemos recurrir al gris instintivamente cuando abrimos las cortinas por la mañana… me encanta la chaqueta! salutations ;)
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