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CAÓTICO MANHATTAN. RUBÉN MORÍN.HTTP://CAOTICORUBEN.BLOGSPOT.COM.ES/ @BAJO_MANHATTAN

fidelidad moda (1)

Quiero hablar sobre un tema que, en ocasiones, siento que no tiene la misma importancia que hace unos años o, por lo menos, que ya no tiene el mismo significado que antes. Te enamoras de alguien y deciden empezar algo juntos. ¿Qué es necesario para que una relación funcione? Supongo que lealtad, confianza y fidelidad. Las tres cosas van unidas, si una se rompe, las otras dos quedan huérfanas, ¿no? Polo tanto, visto lo visto hoy en día, vuelvo a lanzar la pregunta: ¿está la fidelidad pasada de moda?

La RAE define la fidelidad como la lealtad, observancia de la fe que alguien debe a otra persona. En una pareja tradicional (no hablo de parejas abiertas, que ahí las reglas son diferentes), la fidelidad está implícita. Comienzas a salir con alguien de forma seria y no le dices: «oye, tienes que ser fiel». Claro que no, porque es algo que ya se sobreentiende cuando decides arriesgarte a tener una relación estable. La fidelidad es la base de una relación. Si la rompes, ¿qué ocurre con la lealtad y la confianza? Se van por el desagüe.

fidelidad moda (2)No juzgo a nadie. Cada uno es libre de hacer lo que quiera en su relación. Pero, pensemos, si realmente quieres a alguien, ¿por qué buscar fuera algo que, se supone, te da tu pareja? ¿Morbo? ¿Ganas de innovar? ¿Aburrimiento? ¿Desidia? Las posibilidades pueden ser muchas y de lo más variopintas… Pero, en el fondo, puede que la respuesta sea más sencilla que todo eso: ya no estás enamorado de tu pareja. Punto. Y eso tampoco es el fin del mundo. El amor se acaba, el deseo se acaba, las relaciones se terminan.

Pero dejemos todo eso a un lado y vayamos un paso más allá. El otro día hablaba con un amigo sobre este mismo tema. Él tiene pareja desde hace tiempo y me dijo algo que me hizo pensar: “creo que hay situaciones y hombres que se merecen atención aún estando en pareja. Eso no hace que esté menos enamorado y tampoco quiere decir que me acostaría con ellos. Pero sí es posible que me lo planteara”. Entón, pensé, ¡EUREKA!, quizás las relaciones sean mucho más complicadas que un simple «me acuesto con otro y ya no te quiero». Non, puede que todo sea mucho, pero mucho más difícil de entender y de explicar. Puede que cada pareja viva su relación de una manera, con sus propias reglas y tabla de moralidad. Lo que a mí me parece una infidelidad y falta de amor; a otro le puede parecer simplemente sexo y algo carnal, sin sentimientos. ¿Es eso amor? No lo sé. Tampoco soy nadie para juzgarlo.

Puede que en pleno siglo XXI las relaciones estén cambiando y, con ello, conceptos como fidelidad, lealtad o confianza. Todo evoluciona, incluso la forma de entender y vivir el amor. Cada uno es libre de ser feliz a su manera, siempre y cuando no haga daño a terceros.

Y, para acabar, puede que esté pecando de tradicional, pero yo sigo creyendo en la fidelidad, esa en la que si tienes pareja, no buscas nada fuera, porque ya tienes a alguien que te lo da todo. Todo. Yo sigo con mis relaciones tradicionales, esas que no son tan del siglo XXI, pero que me hacen soñar, ilusionarme y creer en el amor verdadero.