Un pequeño homenaje a la gabardina y cómo se convierte en un fondo de armario imprescindible durante primavera y otoño.
Cuando apetece abrigarse un poco pero no hace mucho frío… Cuando hace un tiempo regular pero no llegan a caer chuzos de punta…. Cuando quieres llevar un abrigo mono pero sin ser demasiado arreglado. ¡La gabardina siempre está ahí! Es una prenda imprescindible en cualquier fondo de armario y me gustaría contaros su historia y algunos usos, utilidades y curiosidades de ella en este post homenaje a una de las prendas más icónicas de la historia de la moda.
Un poquito de historia de la gabardina
La gabardina es una prenda de vestir tradicionalmente utilizada por hombres y mujeres. Se trata de una capa impermeable y a menudo de corte recto, que puede llevarse también ceñida a la cintura con un cinturón.
Nació en la Inglaterra victoriana, cuando se popularizó como una prenda de abrigo para hombres y mujeres que trabajaban en el campo. ¿Sabías que la gabardina fue inventada por Thomas Burberry en 1823? ¡Sí! Este abrigo de lona impermeable se convirtió en un ícono de la moda a finales del siglo XIX y principios del XX. Aunque el diseño original de Burberry era funcional y práctico, pronto se convirtió en una prenda de moda.
Era una prenda práctica y funcional, que protegía del clima británico mientras se realizaban tareas diarias, por lo que había que conseguir algo cómodo y duradero. En la década de 1930, la gabardina fue adoptada por el sur de Inglaterra como un símbolo de estilo de vida rural.
Con el tiempo, la gabardina se convirtió en una prenda de vestir más formal, asociada con el estilo de vida de la aristocracia inglesa en el momento en el que la burguesía y las clases más altas decidieron replicar «valores rurales» inspirados en la cotidianidad.
La gabardina se hizo muy popular y empezó a «petarlo internacionalmente» cuando la usaban los militares durante la Primera Guerra Mundial y, posteriormente, entre los civiles. ¡Incluso la Reina Victoria fue fotografiada con una gabardina!
La gabardina sigue siendo una prenda de vestir popular en la actualidad, tanto para hombres como para mujeres. Se trata de una prenda versátil que se puede llevar tanto en invierno como en verano. Gabardinas de colores vivos y estampados llamativos han sido adoptadas por el mundo de la moda, mientras que las gabardinas más tradicionales siguen siendo una opción popular para aquellos que buscan un estilo más clásicos.
Curiosidades de la gabardina
¿Quién no ha oído hablar de la gabardina? Es una de las prendas de vestir más populares y reconocidas a nivel mundial. Pero, ¿sabías que esta chaqueta tiene una larga y interesante historia detrás? Aquí te dejamos algunas curiosidades que seguro que no conocías sobre la gabardina.
- La gabardina originalmente se diseñó como una prenda de vestir impermeable para hombres que trabajaban al aire libre.
- El tejido de la gabardina se llama «gabardina» en honor a su inventor.
- En la década de 1920 empezó a ser vista como una prenda de vestir más formal y se popularizó entre la clase alta.
- En la década de 1930, la gabardina fue protagonista de varias películas de Hollywood, lo que aumentó aún más su popularidad.
- En la década de 1960, la gabardina volvió a ser popular entre los jóvenes, gracias en gran parte a la banda de música The Beatles, que la utilizaban habitualmente.
- En la década de 1990, la gabardina experimentó una nueva revolución gracias a la marca de moda Británica Burberry, que la utilizó en muchos de sus diseños.
- Sigue siendo una de las prendas de vestir más populares en el mundo de la moda, tanto para hombres como para mujeres.
¿Cómo escoger (y comprar) la gabardina perfecta?
A continuación te dejamos 10 consejos para escoger correctamente una gabardina:
- Fíjate en el tejido: las gabardinas de mejor calidad suelen estar confeccionadas en tejidos como el lino, la seda o la lana.
- Asegúrate de que la gabardina sea realmente impermeable y que no empape para que cumpla su propósito principal: protegerte del mal tiempo.
- Comprueba que tenga forro: el forro te protegerá a ti y también a la gabardina de su uso diario.
- Elige una gabardina de buena calidad: las gabardinas de mejor calidad suelen durar más y son más cómodas de llevar.
- Fíjate en los detalles: las gabardinas de calidad suelen tener detalles como botones de metal, bolsillos con forro o cinturones.
- Prueba la gabardina antes de comprarla: asegúrate de que la gabardina te quede bien y te sientas cómodo con ella.
- Elige el color de la gabardina que más te guste pero siempre pensando en su utilidad y comodidad: las gabardinas suelen estar disponibles en una gran variedad de colores pero su uso continuado hace que se recomienden mejor colores un poquito más neutros.
- Considera la temporada: si vas a llevar la gabardina en invierno, elige un modelo más abrigado; si vas a llevarla en verano, opta por una gabardina más ligera. ¡Sí, hay gabardinas para climas diferentes!
- Decide cuánto estás dispuesto a pagar: las de calidad suelen ser más caras, pero merece la pena invertir en un buen modelo.
- No esperes a «las ofertas». Suelen ser prendas atemporales así que no suelen estar disponibles en las temporadas de descuento, así que si ves alguna que te guste no esperes a las rebajas que quizá no lleguen.
¿Cómo se limpia o se lava una gabardina?
¿Quieres que tu gabardina esté siempre estupenda? Debes cuidarla y lavarla correctamente. Si la cuidas, podrás usarla durante muchas temporadas. Sigue estos pasos y podrás lucirla siempre de forma perfecta. Pero, ¿Cómo lavar y limpiar una gabardina para que siga cumpliendo y esté perfecta?
- En primer lugar, debes tener en cuenta que no todas las gabardinas son iguales. Hay diferentes tipos de tejido y cada uno requiere un cuidado específico. Por ejemplo, las gabardinas de lana son más frágiles que las de poliéster. Es importante que leas las etiquetas de cuidado de la prenda para no dañarla.
- La gabardina necesita un cuidado especial y un lavado propio. No debes lavarla mezclada con otra ropa y mucho menos con tejidos delicados (sobre todo para cuidar de esos tejidos, ya que los botones, remaches o costuras fuertes de la gabardina puede perjudicarlos?
- El detergente que uses debe ser suave y no debe contener agentes fuertes,, como blanqueadores, ya que el tejido es resistente pero puede verse perjudicado.
- Jamás uses secadora ya que el calor y el aire de la misma puede dañar y deformar el tejido. Debes secar la gabardina al aire libre.
- Si la gabardina tiene alguna mancha concreta y grande, mejor que la elimines a mano. Para hacerlo, debes llenar un recipiente con agua tibia y detergente suave y utilizar una esponja para no arañar el tejido o perjudicar el color.
- Ante la duda: ¡a un profesional! Si crees que tu maña con la lavadora no es muy grande o que tu gabardina puede se un poco delicada lo mejor es levarla a una tintorería para que la limpien profesionalmente.
Seguir estos pasos te ayudará a mantener tu gabardina en buen estado y te permitirá usarla durante muchas temporadas.
¿Cómo combinarla en tus looks diarios?
Si tienes una gabardina y no sabes cómo combinarla, aquí te dejamos algunas ideas de looks para que te inspiren.
1. Con un vestido: Perfecta para darle un toque más formal a un vestido ligero (o más ligero a un vestido formal), ya sea de día o de noche.
2. Con unos jeans: un clásico intemporal. Los jeans son una prenda muy versátiles y combinan muy bien con una gabardina. De hecho es la combinación básica porque los vaqueros también se inventaron para currar.
3. Con una falda larga: si quieres darle un toque más romántico a tu look, puedes combinarla con un faldón y un jersey. Es un toque campestre y un tanto bucólico.
4. Con una camisa formal: perfecto para el día a día si tienes que ir a la oficina o a un entorno más profesional. Una camisa blanca y una gabardina son una combinación muy elegante.
El icono: La gabardina Burberry
La gabardina Burberry es una de las prendas de abrigo más icónicas. Creada por Thomas Burberry en 1823, se caracteriza por su tejido de gabardina de lana, que la hace muy resistente. Su cuello de terciopelo y sus solapas de cuero le dan un toque muy chic. Y por supuesto, no podemos olvidar la clásica insignia de Burberry en la solapa.
Una de las cosas más reconocibles de esta pieza de moda es su estampado: El estampado de la gabardina Burberry es todo un icono de la moda. La marca ha estado utilizando el mismo diseño desde 1896, y desde entonces ha sido imitado por muchas otras marcas.
El estampado, uno de los más icónicos y reconocibles de la moda, y se ha convertido en un símbolo de lujo y elegancia, se compone de cuadros pequeños, generalmente en blanco, negro y tonos de marrón y beige, que forman un tartán muy característico. Aunque el estampado de Burberry es muy reconocible, la marca ha experimentado con diferentes colores y diseños a lo largo de los años.
Una prenda tocada por las estrellas
Desde actores y cantantes hasta modelos y celebridades, todos ellos llevan la gabardina con estilo. Y no solo eso, muchos personajes histórico, tanto reales como ficticios han hecho de esta prenda su seña de identidad. ¿Repasamos algunos?
El personaje de ficción más célebre de todos los tiempos, Sherlock Holmes, siempre llevaba gabardina. De hecho, era una de las características que lo hacía reconocible. No solo era una forma práctica de abrigarse en la niebla y el frío de Londres, sino que también le daba un aire de misterio y sofisticación.
La banda de rock más famosa de todos los tiempos, Los Beatles, también llevaban gabardina a menudo, era una forma de posicionarse como grupo de música diferente anclándose a una prenda con toque tradicional.
La modelos e ícono de estilo como Kate Moss, Alexa Chung o Cara Delevingne también son unas grandes admiradoras, como buenos icono british que se precien. La suelen llevar a menudo de una manera muy cool y casual.
La gabardina también se ha utilizado en películas y televisión como un elemento de vestuario icónico. En la película «The Matrix», el personaje de Trinity lleva una gabardina negra mientras corre por los tejados de la ciudad. En Desayuno con Diamantes Audrey Hepburn la usaba en varias ocasiones y también en Rebeca.
