¡Leer este post te llevará 4 minutos! ¡A disfrutar!

A mí nadie me dice lo que tengo que hacer, soy muy libre y me gusta” – Inés de la Fressange

Voz grave de fumadora compulsiva como Cocó, siempre perfecta en sus apariciones aunque sin demostraciones ni oropeles, discreta en su vestuario, gesticulante y habladora, mirada profunda y sonrisa espontánea…

Inés Marie Laetitia Eglantine Isabelle de Seignard de la Fressange  – nacida el 11 de agosto de 1957 – descendiente de banqueros aristócratas franceses, ministros colombianos y hacendados argentinos. Su alta estatura (1’81m), sus 51 kg de peso y su estilo de francesita de noble cuna mezclado con un toque de progresía la convirtieron a primeros de los ochenta en reina indiscutible de las pasarelas.

Karl Lagerfeld , Rey Sol de la moda y recreador de Chanel, la contrató en exclusiva como musa-asesora , personificación viva del espíritu de Mademoiselle Cocó. “Lo que yo hacía en la casa era mostrar lo que había hecho Chanel y lo que hacía Lagerfeld. Decía a Karl, por ejemplo, yo no llevaría este traje con collar y pulseras además del sombrero… y cosas por el estilo. Yo pasaba por ser el elemento innovador cuando lo único que hacía era decir lo que se pondría Coco” – explicó la modelo.

En 1983 Inés de la Fressange posó con chaquetas de alta costura combinadas con vaqueros lo que provocó cierto estupor en los portavoces de la moda de entonces; ella se defendía diciendo: “Pero cómo no se va a poder hacer! Cuando Cocó Chanel se ponía un gabán de hombre y un sombrero de paja para ir a las carreras hacía algo más provocador que todo lo que decidamos nosotros ahora”.

En 1989 los alcaldes franceses la eligieron para que prestara sus facciones a la Marianne, símbolo de las libertades republicanas, una imagen que aparece reproducida en estatuas por toda Francia. Ya antes la habían encarnado dos actrices, Brigitte Bardot y Catherine Deneuve; después de Inés iría Laetitia Casta y actualmente Evelyne Thomas. Paradójicamente su primer día en las peanas de las esculturas fue el último en las pasarelas: “No me interesa vestir a un monumento nacional” dicen que bramó el káiser en una ocurrencia absolutista. De esta manera el tándem modelo-modisto se convirtió en harapos…

Lagerfeld no olvidaba y dedicaba palabras a su ex musa tan amables como tendera, provinciana… y en otro arranque de soberbia eligió a Claudia Schiffer como figura de la casa, la antítesis de Inés. Su vida y su carrera desde entonces se concentraron en dos puntos importantes: creó su propia marca de ropa, que llevaba su mismo nombre y se casó con el historiador italiano Luigi D’Urso…

Del matrimonio con D’Urso nacieron dos hijas, Violette y Nina, de ésta última es madrina Carolina de Mónaco, amiga íntima de la modelo y a la que consolaría tras la muerte de Stefano Casiraghi. En justa correspondencia, la princesa haría lo mismo con Inés cuando ésta quedó viuda de D’Urso en 2006.

Hoy día sigue su vinculación con la moda, Inés de la Fressange es portavoz oficial de L’Oreal París, diseñadora y consultora para Jean Paul Gaultier , con quién volvió a las pasarelas a los 51 años , y se ha reconciliado con Karl Lagerfeld que la convenció para cerrar el desfile de Chanel alta costura del 2010: “es mejor olvidar ciertas cosas, porque si no tendríamos demasiado para recordar y ya no merece la pena enfadarse” . Además ha escrito e ilustrado un libro, devocionario de bloggers de moda y éxito de ventas, La Parissienne, con consejos de estilo y elegancia en el que tiene un gran protagonismo su hija Nina, modelo de las fotografías.

He visto varias veces un desfile de Chanel donde ella aparece como estrella indiscutible; allí, en una pasarela que no tiene nada que ver con las de hoy día, Inés sale deslumbrante, desenvuelta como una anfitriona en su “maison” repartiendo sonrisas y presuntas complicidades con el público, pero a la vez centellea en su mirada un deje de arrogancia de quien se sabe poseedora de eso que se llama “Charme”.