moda inclusiva: Dove siamo e dove stiamo andando?

Cuando hablamos de moda siempre pensamos en movimientos masivos, pero en realidad es algo mucho más individual. Y así debe ser. Por eso hay que luchar para que las grandes marcas, y también los diseñadores, piensen en TODOS Y TODAS a la hora de crear y producir.

Moda, ese mundo brillante y a veces inalcanzable, ha sido históricamente un espacio de exclusión, donde la belleza, el cuerpo ideal y los estándares de perfección se han dictado con mano férrea. Durante años, la industria de la moda ha estado dominada por una visión limitada, que excluye a personas con diferentes tallas, formas, colores y habilidades. Sin embargo, hoy estamos viviendo un cambio, una metamorfosis hacia una moda más inclusiva. Pero, ¿realmente estamos ahí? ¿Y hacia dónde vamos?

¿Qué significa la moda inclusiva?

La moda inclusiva busca incorporar a todos los cuerpos, independientemente de su forma, misurare, color de piel, género o capacidad. En lugar de centrarse en un prototipo de belleza homogéneo, promueve la idea de que la moda debe ser para todos, sin importar quién seas o cómo te veas. Pero, como ocurre con cualquier transformación social, la implementación es un desafío constante, y la industria aún tiene mucho camino por recorrer.

El primer paso: Reconocer la diversidad

En las últimas décadas, la industria de la moda ha empezado a reconocer que las tallas más grandes, las diversas tonalidades de piel y los diferentes géneros merecen ser representados. Las pasarelas, por ejemplo, han visto el ascenso de modelos de tallas grandes como Ashley Graham, quienes rompen el molde de los «cuerpos perfectos» que solían ser la norma. De la misma manera, marcas como Fenty Beauty, de Rihanna, han puesto sobre la mesa el tema de la inclusión al ofrecer productos de belleza para todos los tonos de piel posibles.

Pero aún hay quienes cuestionan si estos cambios son una verdadera representación de la diversidad o simplemente una estrategia de marketing. Después de todo, el término «inclusividad» es todavía un concepto relativamente nuevo y, in alcuni casi, utilizado más para mejorar la imagen pública de las marcas que como un cambio genuino.

Los desafíos que enfrenta la industria

A pesar de que la moda inclusiva ha avanzado en los últimos años, aún queda mucho por hacer. La representación de cuerpos grandes en las pasarelas sigue siendo la excepción más que la regla. Aunque marcas como Savage X Fenty y ASOS están haciendo una labor admirable al mostrar ropa en modelos de diferentes tallas y gordos, sigue habiendo una falta de opciones para personas que no encajan en los estándares tradicionales de belleza.

Por ejemplo, según un informe de la empresa Dove, solo lui 2% de las mujeres se sienten representadas en la publicidad de belleza tradicional. En cuanto a la moda, el porcentaje es probablemente más bajo, ya que las marcas continúan mostrando productos que, por lo general, solo son accesibles para cuerpos esbeltos y altos.

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Además, el acceso a la moda inclusiva no solo tiene que ver con el tamaño o la forma del cuerpo, sino también con la accesibilidad para personas con discapacidades. Las marcas aún tienen dificultades para crear ropa funcional y estética para quienes tienen movilidad reducida, con pocos ejemplos que logren fusionar estilo y practicidad. Aquí es donde la moda inclusiva realmente debe evolucionar: creando prendas que no solo sirvan para todos los cuerpos, sino que también sean accesibles para todos.

Hacia dónde vamos: La moda inclusiva del futuro

A medida que avanzamos, la industria de la moda parece estar tomando conciencia de los cambios necesarios. Algunas marcas de lujo como Gucci y Balenciaga también han comenzado a incorporar una mayor diversidad de cuerpos en sus campañas.

Además, la industria está comenzando a tomar en cuenta otros aspectos de la diversidad, como la sostenibilidad, la ética y el impacto ambiental. Las personas ya no solo buscan verse bien, sino sentirse bien con lo que visten, sabiendo que sus prendas son inclusivas y creadas de manera responsable. La sostenibilidad no debe ser un lujo, sino una característica inherente de todas las líneas de ropa, independientemente de quién las lleve.

Otro cambio interesante está relacionado con el género. A medida que el concepto de género fluido gana terreno en la sociedad, más marcas están rompiendo las barreras entre la ropa de hombres y mujeres. Diseñadores como Jonathan Anderson, Telfar Clemens y Harris Reed están desdibujando las líneas entre las colecciones masculinas y femeninas, creando ropa que puede ser usada por cualquiera, sin importar su identidad de género.

La moda inclusiva: Un trabajo en progreso

Si bien el camino hacia una industria de la moda verdaderamente inclusiva es largo, los avances de la última década son significativos. Es cierto que muchas marcas todavía están rezagadas y que la moda sigue siendo un terreno exclusivo para muchos, pero el cambio está ocurriendo, aunque lentamente.

La clave para que este cambio sea sostenido es la auténtica inclusión en todos los aspectos de la moda: desde las pasarelas hasta las campañas publicitarias, desde las tiendas online hasta las colecciones de alta costura. Y, sobre todo, la inclusión debe ser más que una estrategia de marketing; debe ser una verdadera representación de la diversidad humana, en todas sus formas.

En resumen, la moda inclusiva está en camino, pero aún tiene mucho por recorrer. Intanto, seguimos luchando por un futuro donde la moda no sea un campo exclusivo para unos pocos, sino un espacio donde todos puedan ser vistos, representados y celebrados. Y sí, la inclusión también tiene un lugar para aquellos como tú y yo, que amamos la moda, pero también entendemos que esta debe ser accesible y reflejar la diversidad real del mundo en el que vivimos.