Te doy mi corazón (Bridgerton 3) (Titania época)
19,95 € (a partir de 4 octubre, 2024 18:19 GMT +02:00 - Más informaciónProduct prices and availability are accurate as of the date/time indicated and are subject to change. Any price and availability information displayed on [relevant Amazon Site(s), as applicable] at the time of purchase will apply to the purchase of this product.)Unos vaqueros de hombre siempre te salvan el estilismo, ¡y teniendo estos tres en el armario te aseguro que acertarás vayas donde vayas!
Tanto si eres hombre como mujer los vaqueros son la pieza por excelencia para llenar nuestro fondo de armario y estar listos para todo, ya que sirven «tanto para un roto como para un descosido«. Es bien cierto que para las mujeres las opciones se multiplican por mil pero para los hombres, ¿Qué tres modelos de vaqueros de hombre recomiendo que no pueden faltar en tu armario?
Antes de nada: ¡que sean de tu talla!
Antes de meternos en materia es importantísimo destacar que es fundamental que los vaqueros «te encajen». No hay «nada peor» en el mundo de la moda que unos pantalones vaqueros (¿De dónde viene esta prenda?) que no encajan en tu cuerpo o no son de tu talla. Esto no solo resta varios puntos a tu look sino que serán muy incómodos de usar.
Y cuando digo encajan no solo se trata de talla – apretar o quedar holgados – sino a vaqueros de hombre que quedan ligeramente flojos en las caderas, a los que les faltan un par de dedos en la cintura o unos centímetros de largo. Tienes que fijarte en muchas partes de la prenda a vigilar para no terminar vistiendo pantalones de forma inadecuada para su diseño o que no te favorecen ni te sienten bien y cómodos.
¡Por favor! ¡No seas perezoso a la hora de comprar vaqueros y pruébatelos bien antes de decidir quedártelos.
¿Qué tres modelos de vaqueros de hombre no pueden faltar en nuestro armario?
Es verdad que en el mercado hay multitud de opciones para comprar, muchas marcas, tipos de prendas, porcentaje de elasticidad, etc… pero existen 3 tipos de vaqueros que debes tener sí o sí en tu armario porque al fin y al cabo se convertirán en imprescindibles y encajarán en muchas situaciones. Son modelos que, podríamos decir, «vienen bien en general». Si no los tienes, ya sabes cuál deben ser tus próximas compras:
Los clásicos: regular fit. Son el corte más clásico, de pierna recta y de corte más serio, Con ellos nos e busca realzar piernazas sino transmitir una sensación de elegancia y sencillez, así como e cierta seriedad.
Para evitar que sean demasiado aburridos puedes escogerlos en tonos azul más oscuro – que asociaremos directamente con un momento más de fiesta – o de un tono muy claro que podrán convertirse así en un pantalón más de diario pero con toque profesional.
Los «atrevidos»: slim fit. Se trata de un modelo de vaquero de hombre ajustado pero que no queda totalmente pegado a la piel, que están justitos pero que no se pegan o aprietan (los que quedan a tope de ceñidos son los skinny). Estos realzan más la figura ya que la muestran o insinúan de forma más clara.
Son perfectos para reuniones más informales o momentos en lo que el dress code es menos serio. Conseguirás un look más informal y fresco pero sin resultar fuera de tono o de lugar. Se podría decir que este tipo de vaqueros están indicados para todos los tipo de cuerpo ya que jugando con sus largos también pueden ayudar a alargar la figura en hombre si quieres parecer más alto o acortándolos darán un perfil más contemporáneo y urbano.
Los relajados: tapered fit. Cuando se habla de tapered fit puede parecer un término complicado pero si os digo «pantalones pitillo» puede quedar mucho más claro y visual. Tienen una forma cónica que hace que sean más holgados en la parte de arriba, y se estrechan de forma progresiva desde la cintura hasta la mitad de la pantorrilla. A partir de aquí, el corte es un poco más recto y no aprieta.
Depende de cómo los elijas pueden ser muy radicales sin los ceñimos a tope o muy relajados si los elegimos amplios de más. Bien sea de una u otra forma, por eso se recomiendan para momentos más relajados y distendidos entre amigos o compromisos que no sean laborales o formales. Se pueden combinar con todo tipo de calzado para conseguir esa diferencia que decimos de concepto, desde botas, zapatos más «pijos» o zapatillas.
Fotos por Markus Spiske, Crawford Jolly y Raphael Schaller de Unsplash