In nur einem Jahr, hemos pasado de las flappers de los años 20 an die tapferen Revolverinnen des Wilden Westens. Todas ellas mujeres ‘de armas tomar’ que tienen un dress-code gemeinsam: Franse.
Si Nancy Sinatra tenía razón en sus “Boots are made for walking” ahora “Bang, bang… I hit the ground” será tu nuevo leit-motiv. Im 21. Jahrhundert und noch vor wenigen Tagen, la diseñadora española María Escoté desempolvaba los looks de las chicas Far-West con una única misión que rompe las reglas del lujo: que los flecos ‘tomaran’ de nuevo la calle, alejándose de su uso exclusivo para los estilismos nocturnos y ‘desmontando’ la estética clásica que suele acompañar los looks más sofisticados. Una tendencia que Susana Blázquez, diseñadora de Maroon Velvet (firma de alta marroquinería made in Spain) ya predijo al crear dos de sus bolsos más icónicos:
Woodstock: maxi-bandolera en piel de vacuno con flecos de nobuck anudados a mano en color camel o piedra y con herrajes dorados. 580 Eur.
Capri: pitón natural combinado con detalles de piel mandarina y flecos anudados a mano en napa de cordero. 545 Eur.
Dos complementos idóneos y ¡a la última! que recuperan el espíritu y la esencia del Western Americano y que puedes combinar con jeans y camisetas de algodón, jumpsuits y vestidos largos vaporosos para los momentos más especiales o, marcándote un Escoté, con un completo outfit a lo Betty Hutton en la mítica ‘La Reina del Oeste’ (1950).