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JOVENCITOS CON BOTINES: LUIS G. CHACÓN.HTTP://ELMASLARGOVIAJE.WORDPRESS.COM / @LUISGCHACON

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Hay fechas del año que a todos nos gustaría que no llegaran nunca. Sería maravilloso demorarlas pero no es posible. Por eso, es acercarse el Corpus y un escalofrío de terror me recorre el cuerpo. Si fuera superstición podría rebelarme contra ella y exclamar como don Mendo:

¿Why does terror invade my soul??/ ¿Why does that figure inspire me with extraordinary fear?, ¡Oh my!, del calendario?

Pero no es superstición, ni miedo, it's just… panic.

almuerzos de feria luis chacon (3)No soy hombre de feria, ni de palmas, ni he lucido jamás sombrero de ala ancha o chaquetilla. ¡God forbid me from falling into the temptations of folklore! La Feria y yo somos como esos ancianos amigos de juventud que se retiraron el saludo por alguna causa olvidada y que medio siglo después siguen ignorándose a diario con la elegante indiferencia que da saberse en posesión de la verdad. Procuramos no coincidir y ni siquiera cruzamos las miradas.

Hay tradiciones ininteligibles para cualquier mente educada. Basta con ver un par de documentales de La 2 y concluir que la excentricidad llega a ser norma. A mí, si son felices, me parece muy bien que haya gente dispuesta a cazar loros con cerbatana, perseguir quesos ladera abajo, subir corriendo las escaleras del Empire State o lanzarse a las gélidas aguas del Volga el día de Año Nuevo. Pero no hay fuerza humana capaz de conseguir mi participación en tales algaradas.

Y sin embargo, ¡How difficult it is to escape the custom of the fair lunch, tan arraigada en muchas empresas!

Como toda catástrofe, se anuncia por medio de fenómenos inexplicables. Desde días antes se palpa cierta agitación en el trabajo. Personas que nunca te dirigen la palabra, sea porque son algo ariscos o pertenecen a otro departamento, se cruzan contigo y te espetan un estruendoso ¡It already smells like a fair! seguido de palmoteo, sonrisa forzada y en demasiadas ocasiones, una intensa aspersión salival. Ese primer toque de atención nos estremece con la misma violencia que las trompetas de Jericó derribaron sus murallas. Es la señal: hay que respirar hondo y aguantar el tipo con elegancia durante un corto tiempo que por su pasar moroso, deviene en eternidad. Son días de un insufrible crescendo. Entre la reiterativa música ambiental, las palmas desacompasadas y el resto de tópicos al uso, los que nos sentimos antípodas de las casetas, el baile y la feria, somatizamos nuestra inquietud mediante una comezón parecida a la que producen las picaduras de la ortiga y que cualquier galeno señalaría como síntoma de urticaria.

and the day comes… because time advances constantly and immutably.

Ir al trabajo es un intenso vía crucis. Pero hay que enfrentarse al cataclismo con una media sonrisa y una buena dosis de estoicismo. La mañana suele ser agitada. La mayoría de los futuros comensales dedicarán el tiempo a calentar el ambiente. Ya saben; palmas, humming and shivering… But the worst is when it strikes two. Si la fortuna no te ha señalado con alguna triste urgencia – como el oportuno fallecimiento de algún anciano pariente o la súbita indisposición de un solícito familiar – debes asumir con entereza que la voluble veleta de tu destino señala hacia el Ferial.

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almuerzos de feria luis chacon (6)Lasciate ogni speranza, voi ch’entratePerded toda esperanza los que aquí entráis – is the lapidary inscription that Dante sitúa sobre las puertas de infierno y que debería adornar las de cada Ferial de España. ¿There may be something more similar to hell than a town of iron and plastic huts built in a few days on a suburban lot., donde al extenuante calor del verano meridional hay que añadir el de cientos de motores y cocinas fritangueras que inundan el ambiente de ruidos y olores insufribles?

Ese es el desolador panorama que vislumbras entre la polvareda intensa del lejano aparcamiento. Ahora queda caminar entre los vehículos tragando nubes de polvo infestadas de mosquitos que se clavan en la garganta reseca. ¿Dust, sudor y hierro, el Cid cabalga? Aquí me hubiera gustado verlo. Nadie aún ha conseguido llegar a la caseta de destino sin hundir en la ruina estética lo que eran unos zapatos lustrosos. Y aún queda lo peor. Pues si arribar al prometido condumio ya es hiriente, el establo en el que se puede acabar almorzando suele ser indescriptible. Before the surprised gaze of the defeated hero, a long plastic table dressed – it's a saying – of oilcloth tablecloths with postwar designs. Sobre ellos juegan a alinearse de modo sinuoso platos y vasos de plástico en los que se exhiben viandas muy poco apetitosas pues llevan horas servidas. Así, en franca camaradería, podremos degustar resecas lonchas de embutido que se enrollan sobre sí mismas; cuñas de queso ahogadas en su propia exudación; aceitunas deshidratadas; tristes sombras de lo que un día fueron lascas de jamón; tomates aliñados desde que despuntó el alba; tortillas de patata destruidas que no deconstruidas y otras delicias propias de la versión casetera de la nouvelle cuisine.

Todo es un ir y venir de refrescos que niegan su propio nombre, cervezas atemperadas cuando no calientes, vinos finos, more than served lazily poured into plastic cups and then… a tear of despair and deep sadness runs down your cheek. Y cuando parece que nada más puede ocurrir, sucede como en todas y cada una de las entregas de Viernes 13… pops up Jason. Esta vez personificado en jefe campechano, compañero graciosillo o subordinado pelota que se sienta a tu vera con no sabes qué intenciones.

Y sólo una exquisita educación y unos sólidos principios morales te impiden ser portada de los noticiarios, la mañana siguiente, acusado de haber perpetrado una masacre.